Ya es otoño y coger la bici empieza a dar pereza. El frío nos aterra y sobre todo, ¡llueve!
Pero digo yo, si los alemanes, los holandeses y nórdicos en general, no dejan su bici ni aunque les cubra la nieve hasta las orejas, ¿por qué nos asustamos nosotros por dos gotitas? y sobre todo, ¿qué trucos hay que saber para no desesperar con la bici bajo la lluvia?
1– Olvídate del miedo al frío. El truco está en abrigarse bien. Deja el abrigo de paño a un lado y saca de una vez el impermeable, aunque sea
de ésos que te convierten inmediatamente en garrapata.
2- No seas melón y hazte
ver, usa tus luces y si puedes llevar algún reflectante, mejor que mejor. Da igual que seas un poco nerd. Lo importante es que te vean.
3– Ojo con los pedales, ¡escurren! Cuidado con ponerse de pie sobre los pedales. Recuerda, no eres un superhéroe ni un deportista olímpico, hay que tener muchísima destreza para hacer el tontaco con la bici. Lo importante es llegar, no empotrarse en el camino.
4– Estate atento a la carretera y no te despistes. Con la lluvia hay que tener mil ojos, cualquier despiste puede acabar en caída.
Ah, y para evitar el aquiaplanning, aumenta tu distancia de seguridad y no te olvides de frenar primero con la rueda delantera.
5–Cuida tu Pepita , ya sé que lo haces siempre, pero después de una aventura acuática es muy recomendable que limpies la cadena de tu bici. Desengrásala y engrásala para tenerla siempre como nueva.
Solo me queda una cosa por deciros, no abandonéis vuestras Pepitas por el frío, ¡ellas nunca lo harían!